¿Qué es?
“Valiente” es una película del año 2012 realizada por la producción de Disney-Pixar y ganadora del Oscar en el mismo año como mejor película de animación. La historia relata la vida de Mérida, hija del Rey Fergus y de la Reyna Elinor, quién es criada para convertirse en la heredera del trono pero también enseñada para tener un esposo y servirle, aprendiendo las labores del hogar. Durante sus 90 minutos la película nos muestra como Mérida tendrá que enfrentarse a distintos desafíos para conseguir su objetivo final, ser una mujer independiente; no obstante esta historia estará marcada por las discusiones que surgen con su propia madre quien se caracteriza por ser una mujer apegada a las reglas sociales del reino.
¿Por qué verla?
Esta película es una de las primeras que rompe con ciertos esquemas clásicos de los cuentos de hadas en las producciones animadas mostrando a una princesa que no necesita a un príncipe para salir adelante y que, durante la película, está constantemente luchando contra las reglas sociales que se daban hasta ese momento. Mérida destaca por su gusto por andar a caballo, practicar tiro al arco y querer vivir nuevas aventuras.
Otro detalle importante es la historia detrás de esta película, visible en el libro “Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes” donde se destaca a una mujer llamada Brenda que desea producir películas para Disney pero con un objetivo en particular, crear un nuevo tipo de princesa independiente, fuerte y valiente tal como el nombre de esta película.
¿Qué mensaje de Dios nos transmite?
La película da lugar a una reflexión sobre cómo a lo largo de la historia y de las películas animadas se ha creado un papel donde la mujer se encuentra como alguien dependiente de un hombre, dejando detrás el valor de cada uno como persona. “Valiente” nos invita a juntarnos en familia y dialogar en torno a este papel de la mujer creado no sólo en las películas animadas sino en las producciones cinematográficas en general.
El valor y mensaje de esta película recae en el rol de la mujer pero también en el respeto, el amor y la empatía en comprender la postura del otro, en este caso en la relación madre e hija y en cómo se pueden solucionar las diferencias, siempre y cuando, se mantenga un clima de respeto y comprensión en torno a los cambios sociales y a las posibilidades de crear una sociedad mejor.
Por Francisca Rodríguez