Por: Francisca Rodriguez.
“Shawshank Redemption”, ”Sueño de fuga” o “Sueño de libertad” son algunos de los títulos por los cuales conozco esta película que tuvo siete nominaciones a los Oscar en 1994 y que está basada en un relato de Stephen King llamado “Rita Hayworth y la redención de Shawshank”.
La película parte con Andy Dufresne (Tim Robbins) en un auto y con una pistola, escena seguida es enjuiciado por el asesinato de su esposa y el amante de ella. Condenado a dos cadenas perpetuas Andy Dufresne, un exitoso banquero, que hasta ese momento tenía una vida normal, tranquila, con un buen empleo y casado, termina y llega a Shawshank, una prisión de alta seguridad. Ya en el interior de ésta, Andy debe lidiar no sólo con otros presos que le hacen la vida aún más difícil sino también con las reglas impuestas por quienes dirigen la cárcel y que además cometen irregularidades en cuanto al trato con los prisioneros. No obstante todas las dificultades, Andy se hace amigo de Red (Morgan Freeman), un hombre que es conocido por lograr conseguir distintos objetos dentro de la cárcel como contrabando. Conocer a Red y a su grupo más cercano le permite a Andy vincularse con otras historias de vida y, desde el encierro, valorar la amistad que trasciende aquellos muros y que será vital en el transcurso de esta película.
En sus dos horas y 22 minutos la película nos cuenta no sólo la historia de un hombre que fue condenado injustamente, sino que también nos permite reflexionar sobre valores que hoy más que nunca nos pueden hacer sentido por la realidad en la que nos encontramos. Paciencia, esperanza y libertad de que el futuro será mejor son algunas de las palabras que recalco y que, a mi parecer, se muestran en distintas escenas donde Andy no sólo cumple su condena con los demás prisioneros, sino que también es capaz de ir en ayuda de otros.
“Supongo que todo se reduce a una simple elección, dedicarnos a vivir o dedicarnos a morir”; cuánta complejidad en una elección que en ciertos momentos pareciera tan sencilla. Sueños de fuga nos demuestra como no debemos rendirnos ante las adversidades que la vida nos ponga; que la paciencia junto a la esperanza son valores tan importantes para poder conseguir una vida mejor, que la vida es tan bella en cosas tan sencillas como escuchar una música cantada por mujeres italianas, que no sabemos qué dice, pero que inspira a una libertad que los hombres de Shawshank no sabían que aún existía.
La película permite reflexionar en torno a las adversidades que la vida nos depara, en cómo podemos sacar aprendizajes de éstas y salir aún más fuertes de estos obstáculos. En cómo los momentos más difíciles nos permiten acercarnos a aquello más simple de la vida como los/as amigos/as, la libertad, la posibilidad de escuchar una canción que nos guste o poder tomar el sol al aire libre compartiendo una charla amigable. Considerando la situación en la que nos encontremos, donde muchas discusiones terminan siendo de temas materiales, propongo detenerse y reflexionar en torno a nuestros sueños, a la libertad y a la esperanza que no debemos perder sin importar lo que suceda. Veamos el lado más amable, reencontrarse con la familia y aún más, con el tiempo personal que por la vida agitada que llevamos no nos permitimos. ¿Cuántas veces nos pusimos excusas para no hacer por algo por falta de tiempo? Hoy, de manera obligada pareciera que se nos da el tiempo de hacer cosas que antes podíamos evitar. Andy descubrió su sueño al estar encerrado, ¿por qué no podemos hacerlo nosotros/as? A veces pasar un tiempo con uno/a mismo/a parece difícil, quizás hasta una tontería, pero cuánta falta nos hace hoy en día valorarnos a nosotros/as mismos/as, a las cosas sencillas de la vida, a las relaciones con familia, amigos o pareja, a seguir buscando aquella libertad, aquellos sueños. Lo único que necesitamos es tomar una decisión y no perder la esperanza que estos podrán cumplirse.