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Foto del escritorTiempo Magis

Perdóname, Padre, pero no he pecado (Queer Eye 5x01)


¿Qué es?

“Perdóname, Padre, pero no he pecado” es el nombre del episodio que abre la quinta temporada de la serie norteamericana Queer Eye. Esta serie nos presenta a los “Fab 5”, un equipo de cinco especialistas que se dedican a asesorar la vida de diferentes personas desde cinco aspectos (estética, diseño, moda, gastronomía y cultura). Es así que desde distintas áreas van a ayudando para que la persona elegida pueda desarrollar la mejor versión de sí mismo/a. En este episodio el protagonista es Noah, un pastor luterano que se declaró abiertamente gay a los treinta años y necesita de la ayuda del equipo para aceptarse plenamente y ser una guía para su comunidad religiosa.


¿Por qué verlo?

Esta historia nos propone adentrarnos en la historia de Noah y conectar con sus inseguridades, al hacer este ejercicio podemos mirar con entendimiento el proceso de aceptación que va recorriendo a su tiempo. La vida de este pastor también nos invita a mirar nuestra propia historia para identificar y sanar las heridas que nos impiden ser plenamente nosotros/as mismos/as.


Otra razón por la cual ver este episodio es el sentido comunitario que tiene, durante todo el capítulo se ve cómo la comunidad de Noah lo va acompañando y alentando en su crecimiento. La presencia de la comunidad es tan fuerte que los cambios en Noah también se verán reflejados en su templo de la Iglesia Evangélica Luterana de la Expiación de Filadelfia.


El camino de transformación del protagonista y su iglesia nos inspiran una gran esperanza y ánimo para buscar la mejor versión de nosotros mismos y nuestros espacios significativos.


¿Qué mensaje de Dios nos transmite?

Este episodio nos recuerda el valor de lo comunitario en los procesos personales, Noah pudo sentirse cómodo con quien era gracias a la presencia del equipo de Queer Eye y el acompañamiento de su comunidad. A su vez el testimonio de Noah nos invita a hacer un recorrido por nuestra propia historia para reconocer cuales son las heridas que nos impiden aceptarnos y quienes nos acompañaron o acompañan en ese proceso.


Todo este episodio también nos abre los ojos para poder ver el progreso social que representa ver a una persona homosexual acompañando libremente una comunidad religiosa. El relato de un pastor gay viviendo plenamente su vocación y su sexualidad nos inspira a soñar una Iglesia abierta donde la libertad de ser y amar sea la que guíe nuestras decisiones.


Por: Alejandro Dodera


1 Comment


Víctor José González Fregoso
Víctor José González Fregoso
Jun 24

Acabo de ver ese capítulo y al menos lloré un par de veces. Los pastores hacen lo posible por evitar las culpas en sus feligreses pero ellos cargan las suyas propias. ¡Es una bendición que la ciencia haya afirmado que la homosexualidad no es una enfermedad! Por otro lado hay tanto que pedir perdón, incluso no por el pasado sino también por lo que se sigue diciendo hoy.

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