¿Qué es?
“Llegará un día en el que serás libre” es un libro cuyo autor es el célebre psicólogo, fundador de la logoterapia Viktor Frankl; publicado en 2019. Si aún no leíste “El hombre en busca de sentido” de este mismo autor, te recomiendo que lo hagas, porque la mayoría coincide en que este libro es la continuación de aquel primero.
¿Por qué leerlo?
El neurólogo y psiquiatra austriaco Viktor Frankl se apoya en la libertad, la voluntad y la búsqueda del sentido o el significado de la vida. Su idea fundamental es “que ni siquiera la peor de las desgracias es suficientemente poderosa para poner en duda el sentido potencial de la existencia y la dignidad incondicional de todo individuo”.
“Llegará un día en el que serás libre” es una mirada hacia lo que ocurrió después de esos cuatro años en los que estuvo cautivo en los campos de concentración de la Alemania nazi, lo que se encontró y cómo se sintió tras ser liberado.
Entre cartas y poemas; conferencias y entrevistas; discursos conmemorativos y comentarios
el autor está convencido de que “la etapa del regreso a casa, a la que hasta el momento apenas se había prestado atención, merecía ser preservada del olvido; y quizá también con la esperanza de que el hecho de conocerla pudiera aportar valor y confianza en sus propias vidas a aquellos a los que la lectura de El hombre en busca de sentido había aportado ya fuerza y consuelo” y ¿cómo podemos comparar esto con nuestra situación actual?.
Se reconoce en las primeras cartas un tema recurrente: la obligación de realizar un “trabajo de reconstrucción psicológica” que giraría en torno a la responsabilidad individual, política y social, el sufrimiento y la culpa. Hay pasajes impresionantes y conmovedores como cuando explica la incapacidad para sentir alegría al ser liberados del campo de concentración por esa “despersonalización” sufrida o cuando en innumerables ocasiones recuerda a los que se quedaron en el camino.
¿Que mensaje de Dios nos deja?
La situación actual es delicada, sobre todo para los afectados, sus familias y los servicios sanitarios que tratan de frenar a marchas forzadas una epidemia que se ha expandido por los cinco continentes. Sin embargo, además de la enfermedad, en estos casos se suele propagar cierta histeria colectiva, con ingredientes como el desconocimiento, la incertidumbre o el secretismo siempre conformarán el caldo de cultivo perfecto para que el pánico entre en nuestras vidas. Cuidar nuestra salud tomando otros ejemplos es la forma de tomar buenas decisiones. Aunque no parezca todo esto crea en nosotros una distancia secreta con toda la felicidad y todo el sufrimiento de este mundo; una distancia que, sin embargo, no paraliza, sino todo lo contrario, te hace sentir que solo si haces algo, eres digno de la bendición de la vida.” Al modo de Cristo hacernos uno con el otro, empatizar, cuidarnos también es cuidar.
Por: Mariana Balcaza