¿Qué es?
“Gridiron gang” o “Un juego contra el destino” es una película protagonizada por Dwayne Johnson que trata sobre un centro de detención juvenil donde él es consejero. Cansado de ver a esos chicos que al salir vuelven a caer en la cárcel o terminan muertos en las calles decide crear un equipo de fútbol americano con ellos y así potenciar el trabajo en equipo, el compañerismo y el esfuerzo.
¿Por qué verla?
La guerra de pandillas en Estados Unidos es algo que se replica en distintas partes del mundo generando odio y rivalidades sin siquiera saber el origen de esta situación. “Un juego contra el destino” permite que jóvenes que parecieran no tener ninguna opción en sus vidas, donde la mayoría se ha rendido con ellos, puedan salir adelante por la fe y la confianza de una sola persona que no pierde la esperanza y que intenta, a través del deporte, sacar adelante a los jóvenes. Una historia basada en hechos reales que permite reflexionar sobre las oportunidades de la vida.
¿Qué mensaje de Dios nos transmite?
Si bien es una película que trata sobre el trabajo en equipo y de la esperanza de una persona en torno a los jóvenes, la historia permite centrarse en dos aspectos importantes sobre la reconciliación; el primero y quizás más claro es cómo dos jóvenes de pandillas opuestas terminan dejando sus diferencias de lado por el bien del equipo y logran darse cuenta que son jóvenes que, más allá de esas diferencias sociales, no tienen otras.
Por otra parte, podemos ver una conversación entre uno de los jóvenes y el entrenador donde es posible ver que, a pesar de la diferencia de edad y de las experiencias de vida ambos tienen una deuda con sus padres, con aquellos que los dejaron de lado o que no les tenían fe, marcando parte de su vida. Es en estas conversaciones donde el entrenador, reflejado en el joven, se da cuenta que es hora de perdonar a su padre y también a él mismo, provocando una confianza mayor en el trabajo del grupo.
Reconciliación puede ser una palabra amplia, quizás hasta difícil de ver en algunas películas, sin embargo cabe destacar como en ésta se puede ver que, a nivel general, todos tienen una deuda, una herida que deben sanar y que, gracias al deporte y a la confianza del entrenador, logran aceptar, perdonar y así seguir adelante con sus vidas, cambiando el destino que, supuestamente, ya se encontraba asignado.