¿Qué es?
El hombre en busca de sentido es el estremecedor relato escrito por el psiquiatra austriaco Viktor Emil Frankl, publicado en Alemania en 1946, en él su autor narra su experiencia en los campos de concentración de la Alemania nazi. El libro consta de 3 partes conocidas como: primera, segunda y tercera fase, intentando dar respuesta a la pregunta: ¿Cómo afecta el día a día en un campo de concentración a la mente y a la psicología del prisionero medio?.
¿Por qué leerlo?
En este tiempo de pandemia, donde ya llevamos mucho tiempo de confinamiento, nos podemos preguntar ¿Todo esto afecta mi salud? ¿Cuándo terminará? ¿No es mucho tiempo encerrados?, ¿que tendrá que ver esta historia con la situación actual?
La historia de Víctor es conmovedora e incomparable pero algo de ella podemos rescatar. Durante todos esos años de sufrimiento el autor, sintió en su propio ser lo que significaba una existencia desnuda, absolutamente desprovista de todo, salvo de la existencia misma. Él, que todo lo había perdido, pudo reconocer que, pese a todo, la vida es digna de ser vivida y que la libertad interior y la dignidad humana son indestructibles. Quizás, estos, sean los “tips” para traspasar esta cuarentena obligatoria producida por la pandemia. En su condición de psiquiatra y prisionero, Frankl reflexiona con palabras de sorprendente esperanza sobre la capacidad humana de trascender las dificultades y descubrir una verdad profunda que nos orienta y da sentido a nuestras vidas. Es quizás por esto que elegí este libro para recomendar en tiempos de aislamiento. Muchos tal vez ni nos demos cuenta como afecta nuestra salud emocional pero también mental el confinamiento al que estamos expuestos.
¿Que mensaje de Dios nos deja?
El hombre en busca de sentido es mucho más que el testimonio de un psiquiatra sobre los hechos y los acontecimientos vividos en un campo de concentración, es una lección existencial. Entre tantas de sus frases se puede rescatar: “A un hombre le pueden robar todo, menos una cosa, la última de las libertades del ser humano, la elección de su propia actitud ante cualquier tipo de circunstancias, la elección del propio camino… Cuando no conseguimos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiar nosotros mismos”, escribió.
Dios ha creado al hombre racional confiriéndole la dignidad de una persona dotada de la iniciativa y del dominio de sus actos. “Quiso Dios “dejar al hombre en manos de su propia decisión” (Si 15,14.), de modo que busque a su Creador sin coacciones y, adhiriéndose a Él, llegue libremente a la plena y feliz perfección”.
Quizá nuestra mayor responsabilidad consista "simplemente" en atrevernos a crear nuestra propia vida, en esta nueva realidad que nos toca vivir. Realidad que no podemos controlar, pero que si somo capaces de vivirla conscientemente y desde el amor.
Por: Mariana Balcaza
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